Esta es la ley que se promulgo respecto a los trabajadores Nayaritas, y que ha causado una gran revolución.
Y a nosotras quién nos paga? // Artículo de Opinión

Y a nosotras quién nos paga?
Sara María Gómez Cossio
Culturalmente se tiene la visión de los roles que le corresponden a las mujeres desempeñar en América Latina, principalmente las labores del hogar y del cuidado ya sea de menores e inclusive personas mayores, puesto que estas acciones no son consideradas como trabajo sino como el deber ser, lo cual más allá de impactar en cuestiones sociales, tiene repercusiones económicas.
Las labores del hogar y la crianza son unas de las actividades económicas no remuneradas fundamentales para el bienestar de la sociedad y la reproducción de la fuerza laboral en los países latinoamericanos, pues mientras la mujer realiza el trabajo del hogar que serían hacer de comer, sacudir, lavar, planchar, crianza de los hijos y muchas cosas más que estas labores implican, da la oportunidad de que el hombre pueda salir a trabajar con un horario y al final del día obtener un salario e inclusive prestaciones, en comparación con las mujeres que a pesar del tiempo que invirtieron no obtendrán ningún sueldo.
Para comprender el panorama en el que nos encontramos, las labores del hogar que realizan las mujeres en América Latina generan alrededor de un 20% del PIB, si convertimos esto en el caso mexicano en donde esta cifra alcanza el 23% del PIB, estaríamos hablando de 5.5. billones de pesos según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), una aportación que es mayor en comparación de otros sectores y sin recibir ningúna remuneración a cambio.
Por ello, resulta importante comprender cuales son las implicaciones de este trabajo no redituado para las mujeres, primeramente la falta de delimitación de un horario, en el que no existirán periodos de descanso e inclusive también se puede ver involucrada la dependencia y control del hogar en quien proporcione el sustento, además de en caso de incursionar en la vida laboral ser presa de trabajos informales y de salarios inclusive menores al mínimo sin prestaciones, que esto se traducirá en un futuro en la escasez de pensiones, ya que al momento de incorporarse al mercado laboral pudiendo ser de manera formal o informal las condiciones a las que estarán sujetas tendrán como elementos la inexperiencia, la poca disponibilidad de ofertas laborales, la falta de preparación y a eso sumándole la posibilidad para continuar con las labores del hogar.
Refiriendo a esto último, puesto que las mujeres continuarán aportando a estas tareas del hogar, ya sea de manera directa o indirecta, pues puede continuar realizando las labores del hogar ella misma o pagando a otra persona para que las realice por ella, jugando una doble dinámica, al aportar tanto en el sector laboral reconocido formal o informal y en este sector invisible como es el trabajo del hogar. Lo anterior, hace que el capitalismo se vea fortalecido, pues a las mujeres no se les paga por hacer un trabajo y contribuyen a que el hombre labore por un salario e inclusive ellas también puedan obtener uno sin descuidar el cuidado del hogar.
A diferencia de como ocurre en otros países fuera de latinoamérica, como es el caso de los países nórdicos en el que se ha trabajado en el cambio de políticas sociales encaminadas hacia la igualdad de género, teniendo como resultados actitudes más igualitarias en donde los hombres dedican tiempo a las labores domésticas que a pesar de no ser mayor al de mujer, es mayor en comparación al 14.7% de tiempo que le dedican los hombres latinoamericanos, en adición a esto las políticas públicas y la accesibilidad de recursos para las mujeres en estos países es mejor.
Lamentablemente, estas tareas domésticas son asignadas a las mujeres latinas como si les correspondiera de nacimiento, así como el caso de los hombre de obtener un sustento para la familia, pero qué pasa cuando las mujeres juegan esta doble dinámica y se enfrentan a un entorno con menos posibilidades, en las que consecuentemente las mujeres son parte del sector más pobre, aunado lo anterior la pandemia ha sido un fuerte rival para el acceso de la participación femenina en el mercado laboral, al producir un retroceso de 10 años, complicando la situación de la mujer latinoamericana en el aspecto económico, eso sin contar los problemas de acceso a la educación que aún se viven en esta región, así como los altos niveles de discriminación y acoso sexual a la que están expuestas.
Afortunadamente, existen políticas e iniciativas promovidas por los países latinoamericanos que comprenden la situación que atraviesan las mujeres y el gran aporte que las mismas dan al realizar estas actividades económicas no remuneradas, como es el caso del gobierno argentino en el que comenzo con un programa de beneficio de aportes por tareas de cuidado, incorporando temas de pensiones con la finalidad de romper con la desigualdad existente o el caso de México con el reconocimiento de las mujeres que ofrecen los servicios del trabajo del hogar.
Sin duda, las aportaciones a la región latinoamericana por parte de las mujeres en el cuidado del hogar van más allá de la cuestión económica y la falta de reconocimiento de esa labor es uno de los grandes pilares de esta desigualdad.
En entrevista para este medio dijo: "Estoy buscando una garantía en cuestión de seguridad en estos últimos meses a disminuido la cantidad de accidentes automovilísticos, en comparación del gobierno pasado. El gobierno pasado en sus últimos meses tuvo 108 accidentes, mientras que nosotros en 7 meses solo hemos tenido 56" aseguró al mandatario...
Los casos activos estimados que presentaron síntomas los últimos 14 días subieron 92mil 738.